martes, 23 de noviembre de 2010

LOS ESTILOS PARENTALES SON DETERMINANTES PARA EL DESARROLLO DEL ADOLESCENTE

Durante el período de la adolescencia, el contexto familiar juega un papel crucial en el ajuste psicológico del joven. La existencia de problemas de comunicación entre padres e hijos adolescentes constituye uno de los factores familiares de riesgo más estrechamente vinculados con el desarrollo de problemas de salud mental en los hijos y que también pueden influir negativamente, por ejemplo la presencia de síntomas depresivos, ansiedad y estrés y la baja autoestima, bajo rendimiento escolar o los problemas de integración social. 


Como sabemos la adolescencia es un periodo de  evolución que se caracteriza por los cambios drásticos y rápidos en el desarrollo físico, mental, emocional y social. Por eso es una etapa decisiva en la adquisición y consolidación de  estilos de vida y por ello determinante el tipo de educación  y formación que recibieron desde la infancia. Los cambios físicos y hormonales, el periodo de la pubertad, influyen en la imagen que el adolescente tiene de si mismo, en su estado emocional en su relación con los demás, en su forma de interacción y en su comportamiento en general. Se produce un marcado desarrollo cognitivo y al mismo tiempo la consolidación y afirmación  de la identidad, de su autonomía  o de su integración en el grupo de iguales. Y por supuesto el cuestionamiento de normas y reglas familiares.

Jeffrey Arnett (1999) afirma que es una etapa difícil para el adolescente y para los que le rodean:
  • Conflicto con los padres: los adolescentes tienden a rebelarse y resistirse a la autoridad de los padres, donde el conflicto se  refleja en jóvenes depresivos, el consumo de sustancias.
  • Alteraciones del estado de animo: los adolescentes manifiestan sentimientos de autoconciencia y  vergüenza, torpeza soledad, nerviosismo, sensación de ser ignorados, baja popularidad entre el grupo de iguales, rendimiento escolar bajo y presentan problemas dentro de la familia.
  • Implicación en conductas de riesgo: son temerarios. Ilegales y antisociales, presentan conductas delictivas, consumo de sustancias y conducta sexual de riesgo.
Kuezynski y Lollis (1998) sostienen que los padres son las personas que tienen una mejor posición para proporcionar una socialización adecuada y pro social para sus hijos. Se entiende por socialización al proceso por el cual el ser humano adquiere un sentido de identidad personal y aprende las creencias y normas  de comportamiento valoradas y esperadas por las personas que le rodean. La socialización  familiar es el conjunto de procesos de interacción  en el contexto familiar y que tienen como objetivo inculcar en los hijos un sistema de valores, normas y creencias. En este proceso de socialización las relaciones con los padres, los conflictos de los padres, las familias monoparentales, las relaciones con el grupo de iguales o pares, el entorno escolar, la prolongación de permanencia de los hijos en los hogares, la incorporación de la madre a la vida laboral, son de determinantes; es decir  que los estilos y prácticas parentales crean un ambiente emocional en el que se expresan las conductas de los padres, como los gestos, los cambios de voz, el lenguaje corporal y la expresión espontánea de las emociones.

Darling y Steinberg (1993)  sugieren establecer  una clara distinción entre los objetivos y las prácticas utilizadas por los padres para alcanzar dichos objetivos, y  el estilo parental en que ocurre dicha socialización.
El estilo parental es una variedad de actitudes hacia el niño que crean un clima emocional en el que se expresan las conductas de los padres y que cumplen el objetivo de la socialización,  sea de apoyo o de control.

 Diferencia tres tipos de estilos parentales  en función de la dimensión del control:
  1. Estilo autoritario: los padres valoran la obediencia  y creen en la restricción de la autonomía de los hijos.
  2. Estilo permisivo: los padres proporcionan toda la autonomía, siempre y cuando no se ponga en peligro la supervivencia física  del hijo.
  3. Estilo autorizativo: los padres intentan dirigir  las actividades del hijo de modo racional.






RESPONSABILIDAD

NO RESPONSABILIDAD



EXIGENCIA

AUTORIZATIVO
Reciprocidad de demandas.

AUTORITARIO
Aserción de poder, obediencia de reglas y castigo físicos.




NO EXIGENCIA

PERMISIVO
Pocas reglas, demandas con comportamiento maduro y tolerantes.

NEGLIGENTE
Limitan tiempo en tareas parentales, minimizan tiempo a inconvenientes que suponen sus tareas.


En cuanto a las prácticas parentales los padres deben ser responsables con las necesidades de los adolescentes para incrementar su responsabilidad y toma de decisiones y mantener un alto nivel de cohesión  y afecto en el entorno familiar. La meta de la socialización familiar  en esta etapa es estimular, formar personas independientes, autónomas, darles cuidado y afecto manteniendo relaciones familiares intimas y cohesivas. Dando mayor flexibilidad con responsabilidad lo que permite negociar el nivel de supervisión y control.

Debe haber un equilibrio entre responsabilidad y exigencia. La responsabilidad promueve la autoestima y las habilidades sociales. La exigencia promueve el control de los impulsos. Entonces los adolescentes muestran resultados favorables cuando los padres:

  • Mantienen normas claras.
  • Hay reforzamiento de reglas y regulaciones con sanciones no punitivas.
  • Proporcionan disciplina consistente.
  • Explican sus afirmaciones.
  • Permiten reciprocidad entre padre e hijos en las discusiones familiares.
  • Se implican en la vida diaria de los adolescentes y ayudan a desarrollar habilidades útiles sobre todo en áreas de comportamiento de riesgo.
  • Permiten desarrollar las propias opiniones del adolescente en un entorno unido.
Dependiendo de la  comunicación que exista entre padres e hijos es el nivel de conflictividad que se presenta en las relaciones familiares. Aquí lo importante es el contexto en el que se produce el conflicto:


  • Si es hostil: los hijos se sienten abandonados y evitan la interacción con los padres.
  • Si es cohesivo: la aparición de cierto grado de conflicto puede proporcionar beneficios personales  y una mejora de las relaciones.

Los pequeños problemas cotidianos, hacen que muchas personas experimenten un elevado nivel de estrés  debido a la acumulación de agravios e irritaciones menores, por lo que la adolescencia se percibe como un periodo difícil. Estos conflictos entre padres e hijo conllevan a situaciones de alto riesgo como por ejemplo el consumo de sustancias lícitas e ilícitas y a tener contactos sexuales de alto riesgo.

La adolescencia, es un periodo de transición, una etapa del ciclo de crecimiento que marca el final de la niñez y prenuncia la adultez, para muchos jóvenes la adolescencia es un periodo de incertidumbre e inclusive de desesperación; para otros, es una etapa de amistades internas, de aflojamiento de ligaduras con los padres, y de sueños acerca del futuro, El desarrollo integral del niño se va a dar con base a las relaciones interpersonales entre los miembros de esta familia.

La vida en familia proporciona la influencia más temprana para la educación de los hijos. Es determinante en las respuestas conductuales entre ellos y la sociedad, organizando sus formas de relacionarse de manera recíproca, repetitiva y dinámica que son las interacciones más importantes en familia. Por es preciso señalar que la salud mental del adolescente tiene íntima relación con su vida en familia. La familia se percibe como entidad positiva que beneficia a sus miembros; de lo contrario, si el ambiente es negativo, existe menor control sobre ellos mismos. El adolescente es muy sensible a su entorno cultural; si su desarrollo es anormal, aparecerán dificultades en sus relaciones (familia, escuela, sociedad, consumo de drogas y relaciones sexuales de riesgo,).
La adolescencia es una continuación  de la existencia del ser, en donde se realiza la transición entre el niño de edad escolar y la familia.

Esta transición de cuerpo y mente, proviene no solamente de sí mismo, sino que se relaciona con su entorno, el cual es trascendental para que los grandes cambios fisiológicos que se produce en el individuo lo hagan llegar a la edad adulta. La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social, por lo tanto sus límites no se asocian solamente a características físicas.

CONCLUSIÓN 


La adolescencia si se puede decir es la etapa donde comienza la rebeldía y es cuando la familia y el grupo de iguales deben actuar. Es cuando los adolescentes comienzan a descubrir cosas nuevas y los padres como tal deben saber lo que están haciendo los hijos en ese momento. Si no existe un buen vinculo entre padres e hijos ellos optaran por dejarse influenciar por los amigos y los grupos; y si estos no son adecuados lo van a inducir por el camino incorrecto. Es importante tomar en cuenta que muchos padres se encuentran desorientados a cerca de esta etapa; sin embargo no sólo suelen presentarse cambios en los adolescentes sino también en los padres de acuerdo a la actitud de su hijo con él.

                                                                                                       

                                                                                                                 Carolina Portella Sanchez

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