martes, 23 de noviembre de 2010

¿Hacia una legalización de la prostitución?

     En los años 1980, frente a la epidemia de SIDA, las organizaciones internacionales y los estados reflexionan sobre la oportunidad de regularizar la industria del sexo para proteger la salud pública.   En el transcurso de la Conferencia europea de 4 y 5 de julio de 1991, es abordada la cuestión de la “descriminilización” de la prostitución, mientras que la posición escandinava se inclina más bien por la penalización del cliente.
En 1993 la Declaración sobre la eliminación de la violencia hacia las mujeres menciona únicamente la prostitución “forzada” entre estas violencias.
En 1995, durante la Conferencia internacional de Pekín sobre las mujeres, la noción de prostitución “libre” es disociada de la de prostitución “forzada” alertando a las feministas. ¿Habría que imaginar la prostitución como una elección de vida? ¿De qué manera el factor de coerción y el grado de obligación podrían ser evaluados? Finalmente, parece paradójico oponer el tráfico de mujeres considerado como “forzado” y la prostitución reconocida como “libre” ya que estas variables son interdependientes.
    En 1997 la Organización Internacional contra la esclavitud publica un informe donde recomienda una redefinición de la prostitución como un “trabajo del sexo”.
    En 1998 la Organización Internacional del Trabajo (en un informe sobre Asia) apela al reconocimiento económico de la industria del sexo. Subrayando la expansión de esta industria y su contribución no perceptible en el P.N.B., la OIT argumenta para que sea reconocido el “sector del sexo” con “extensión de la red fiscal a las numerosas actividades lucrativas que lleva aparejadas”. En cuanto a “la extensión de los derechos del trabajo y de los beneficios para los trabajadores del sexo” y a “la mejora de sus condiciones de trabajo” prometidas por la OIT, adolecen de una mistificación.
En el 2001 la OMS solicita la regulación de la prostitución para luchar contra la epidemia del Sida.
* La globalización de la economía capitalista, la apertura de las fronteras, los desórdenes políticos, las desigualdades crecientes entre los países del Este y del Sur en relación a los del Norte y del Oeste, la feminización de la pobreza en los países de origen, los conflictos armados, con las migraciones de población que ocasionan, y el estacionamiento de « fuerzas de paz » han permitido al mercado del sexo desarrollarse y generar beneficios colosales. En estos últimos 30 años “el cambio más dramático del comercio sexual ha sido su industrialización, su  banalización y su difusión masiva a escala mundial. Esta industrialización, a la vez legal e ilegal, reporta miles de millones de dólares.”. “Multinacionales del sexo se han convertido en fuerzas económicas cotizadas en bolsa.” (R. Poulin, 2002). “El proceso de mercantilización de bienes y de servicios, y más particularmente la mercantilización de los cuerpos, está en el corazón de la actual acumulación capitalista.” (R. Poulin, 2005)   * El tráfico con fines de prostitución se ha convertido en una industria floreciente gracias a las redes fuertemente estructuradas del crimen organizado. Las mujeres son secuestradas, compradas o captadas mediante ofertas de empleos ficticios, de “chicas au pair” o de camareras, y luego recluidas en los burdeles, sex-clubs, salones de masaje y saunas. Desde Bangladesh, se las envía hacia la India, Pakistán y los países del Golfo; desde Filipinas hacia Japón. Etiopía, Colombia y China son también países proveedores.
En Europa occidental más del 80% de las mujeres provienen de la antigua URSS; las otras, de África. El papel de las mafias ruso-turca y de la antigua Yugoslavia es predominante en Occidente según un estudio de la Oficina Internacional de Migraciones. Algunas estimaciones europeas sugieren que entre 1990 y 1998 más de 253.000 mujeres y niñas han sido incorporadas a la industria del sexo de 12 países europeos solicitantes. El número total de prostitutas se ha acrecentado en más de medio millón. La industria del sexo en los Estados miembros de la UE es una de las más lucrativas y los países que han reconocido la prostitución como una forma de trabajo, tienen más burdeles que escuelas (“escuelas de prostitución” no contabilizadas).
La legalización parcial de la prostitución en Suiza ha duplicado el número de prostíbulos en unos años. La mayor parte de los mismos está libre de impuestos y muchos son ilegales. En 1999 el diario de Zurich, Blick, publicó que Suiza tenía la mayor densidad de prostíbulos de Europa.
La legalización de la prostitución en el Estado de Victoria en Australia ha conducido a una expansión masiva de la industria del sexo. Si en 1989 había 40 prostíbulos autorizados, en 1999 había 94 y 84 servicios de acompañante. Otras formas de explotación sexual, como el striptease, los centros sadomasoquistas, los sex shops, el teléfono erótico y la pornografía, se han desarrollado de manera mucho más rentable. (Sullivan et Jeffreys, 2001)
La legalización de la prostitución en Holanda, el uno de octubre de 2000, ha convertido los prostíbulos en empresas como las demás. ¡En los 250 burdeles de Ámsterdam las mujeres trabajan de 12 a 17 horas por día y soportan controles sanitarios para proteger la salud de los clientes! El 80% son extranjeras, de las cuales un 70 % sin papeles, por lo tanto, víctimas de trata. La industria del sexo genera al menos mil millones de dólares por año. El dinero negro es invertido masivamente en el seno de las Red Light Districts “desencadenando la creación de zonas francas donde se desarrollan libremente las actividades criminales”.
La legalización no ha hecho disminuir la prostitución; ha fomentado el tráfico (sin embargo, los Países Bajos luchan con firmeza contra este azote), acrecentado la demanda de servicios sexuales, aumentando la prostitución clandestina y la de menores. Las mujeres señalan que la legalización o la despenalización de la industria del sexo las convierte en más vulnerables a las agresiones, ya que deben registrarse y perder su anonimato. Por ello, la mayoría de las prostitutas escoge actuar de manera ilegal y oculta. “Miembros del Parlamento que en un principio eran partidarios de la legalización de los prostíbulos, constatan sin embargo que esta legalización ha servido para reforzar la opresión de las mujeres.”
La coalición contra el tráfico de mujeres (CATW) ha recogido el testimonio de cerca de 200 víctimas de explotación del comercio sexual. Las prostitutas han declarado que los establecimientos en los que estaban, ya fueran legales o ilegales, no hacían casi nada para protegerlas. “Las únicas ocasiones en que intervienen, es para proteger a los clientes.”
En enero de 2002, la prostitución ha sido plenamente reconocida como una actividad legítima en Alemania tras haber sido autorizada durante años en los denominados eros-centers. “Alemania autoriza incluso el proxenetismo conyugal, lo que fomenta el tráfico a través de las agencias internacionales de contactos. En 1993, el 75% de las prostitutas eran originarias de América del Sur. Tras la caída del muro de Berlín, 9 de cada 10 provenían de la Europa del Este y de antiguos países  soviéticos. (Altink, 1993). En Alemania ostenta el récord de Europa en el número de prostitutas... ¡A causa de la reglamentación, una mujer en paro fue invitada, , a aceptar trabajo en un prostíbulo bajo pena de perder su subsidio de desempleo!.

denunciar la prostitución, y no solamente el tráfico, como la “violencia-clave” que reagrupa todas las formas de violencia hacia las mujeres, así como el papel jugado por los hombres en su perpetuación. La lucha contra la prostitución debe convertirse en un objetivo prioritario de todos los Estados. Exige una voluntad política y una cooperación político-judicial internacional reforzada.
La igualdad no existirá, mientras los hombres puedan comprar, vender y explotar a las mujeres, y ninguna mujer se sentirá verdaderamente liberada mientras cualquiera de ellas esté sometida.

JUANA ISABEL PABON PEREZ
NEGOCIOS INTERNACIONALES

No hay comentarios:

Publicar un comentario